LA MUSICA CRIOLLA
...DE PEÑAS Y CAJONES
Eduardo Gómez Ruiz
Ad Portas de celebrarse el día de la Canción Criolla, queremos hacer un pequeño homenaje a todos los criollos de corazón, recordando al mismo tiempo a todos los autores, compositores e intérpretes que algún día nos acompañaron pero ya no están más físicamente, sin embargo con su música y canciones están presentes día a día.
Sin duda la música criolla es lo que une a los limeños y habitantes de base cuatro (hacia arriba) de la costa peruana, la cultura mestiza heredada de los peruanos criollos por ser de descendencia española y peruana del siglo XIX y que estuvo tan en boga por aquellos tiempos tuvo su apogeo a fines del mismo siglo hasta mediados del siglo XX, con el transcurrir del tiempo fue disminuyendo su influencia hasta quedar reducida primero a los barrios tradicionales de Lima, luego a los centros culturales criollos y finalmente al ámbito de las peñas, último reducto y cual fuerte o recinto militar es el último bastión que da batalla y que no puede ser conquistado por otros géneros ajenos a la idiosincrasia del peruano amante de guitarras y cajones.
Es así como en la actualidad un sinnúmero de peñas se esparcen por todo Lima difundiendo el alma del criollismo cual es la música y cuyo máximo exponente fue Felipe Pinglo Alva , muerto ya hace más de 70 años, lo que a claras luces dice que el criollismo tiene tradición. Los tiempos han cambiado desde ese entonces, ya que en los inicios los autores, compositores, músicos y cantantes lo hacían incentivados por el aplauso y cariño de los anfitriones e invitados a serenatas y fiestas de antaño, el mejor premio para los exponentes era “la sonrisa de una zamba o saborear la presa más grande del caldo de gallina” dijo Manuel Acosta Ojeda hace algún tiempo.
Pero la música criolla se renueva, la vieja guardia dio paso a la nueva guardia, luego salieron a los que se les denominó simplemente criollos, para llegar a los actuales exponentes cuyos centros de labores son precisamente las peñas criollas. Hablar de las criollísimo también es remitirse a los barrios antiguos como el Rimac, La Victoria, Breña, Barranco, Lince, Monserrate, Barrios Altos y el Callao donde las serenatas bajo el tronar y resonar de guitarras, cajones, castañuelas y cucharas eran pan del día, como no recordar los callejones de un solo caño, los balcones de madera de las angostas calles del Rimac y de Lima, testigos mudos de la gloriosa música criolla, música que movía todos los sentidos, ya que se necesitaban todos los sentidos para poder absorver el criollismo llevado a flor de piel, oídos para escuchar y cantar, ojos para ver las cimbreantes cinturas de los bailadores, tacto para poder palpar las guitarras y cajones, olfato para oler los riquísmos potajes y, paladar para saborearlos, todo en su conjunto era el criollismo.
Con la llegada de la radio en la década del 30 del siglo pasado se hicieron famosos los principales intérpretes, eran tan famosos que llenaban los auditorios de las radios y teatros de Lima, llegando sus famas por toda la costa peruana y ciudades como Trujillo, Chiclayo, Piura Tumbes, Chimbote, Casma, Ica, Camaná, Arequipa y Tacna principalmente, fue así como los solistas, dúos, tríos, cuartetos y conjuntos criollos se hicieron populares en todo el Perú, gracias a un gran invento como la radio, simultáneamente salieron los discos de carbón, luego los de vinilo conocidos como LP o long play de manera que los artistas se hacían más cercanos al púbico consumidor, de las vitrolas se pasaron a los pick ups y luego los tocadiscos, toda una revolución tecnológica en esos tiempos. A falta de músicos en una casa se ponía el pick up y listo a jaranear toda el día y la noche.
A fines de la década del 50 llegaría la televisión, en blanco y negro en esos tiempos que dio su espaldarazo a los intérpretes del género criollo.
En la actualidad las peñas vienen a hacer el último refugio de los criollos, es en las peñas donde podemos ver artistas de calidad y que llevan en la sangre cual hijos de Pinglo y Chabuca la sangre llena de criollísimo. Muchos cantantes y músicos viven de su arte y otros comparten con la actividad privada ya que pueden ser empleados o ejecutivos de determinadas empresas, es en las peñas donde vemos a mucha gente del público que les “pica” los pies por bailar en el escenario u otros que sacan a relucir sus “gallos” ante el público, son los “espontáneos” que le dan la cuota de originalidad a ciertas peñas aunque hay de las que no permiten cantar al espectador, a lo mucho se puede llegar a mover los pies para el deleite de los espectadores.
Son muchos los cantantes que han enaltecido con sus voces a nuestra música entre ellos podemos mencionar a :
- Alicia Lizárraga
- Alicia Maguiña
- Aturo “Zambo” Cavero
- Bartola
- Carmencita Lara
- Cecilia Barraza
- Cecilia Bracamonte
- Chabuca Granda
- El Cholo Berrocal
- Eloísa Angulo
- Eva Ayllón
- Esther Granados
- Fiesta Criolla
- Filomeno Ormeño y Lucho De La Cuba
- Iraida Valdivia
- Irma y Oswaldo
- Jorge Pérez
- José Escajadillo
- Julio Jaramillo
- La Limeñita y Ascoy
- Las Limeñitas
- Los Ases del Perú
- Los Chamas
- Los Chiroques
- Los Dávalos
- Los Embajadores Criollos
- Los Kipus
- Los Mochicas
- Los Morochucos
- Los Pacharacos
- Los Romanceros
- Los Tres Reyes
- Los Zañartu
- Lucia De La Cruz
- Lucila Campos
- Manuel Donayre
- María de Jesús Vásquez
- Maritza Rodríguez
- Oscar Avilés
- Panchito Jiménez
- Pastor Zuzunaga
- Pepe Vásquez
- Roberto Tello
- Rafael Matallana
- Rosa Flor
- Tania Libertad
- Teresita Velásquez, entre otros.
Sin duda la Música Criolla tuvo su época de oro iniciada por Jesús Vásquez, cuando las multitudes apasionadas iban en busca de sus artistas, al mismo tiempo también hubieron solistas y grupos que rivalizaron como fue el caso de Los Morochucos y Los Embajadores Criollos, ambos se disputaron las preferencias del público, Alejandro Cortés con su impecable y elegante voz y Rómulo Varillas con su potente voz aguda y llorona. También en nuestras memorias están el triunfo, el ocaso y el entierro multitudinario de la “Morena de Oro del Perú”, Lucha Reyes, todo un icono de la música criolla, con esa muerte se puede decir que se cierra un capítulo de ese género peruano.
Mucho caudal de nostalgia han pasado bajo el puente de Piedra del Río Rimac, recuerdos imborrables cual frescas pinturas podemos ver y cual canto del “Río Hablador” escuchar cada fin de semana en diferentes peñas criollas donde revivimos viejos recuerdos de una Lima que se resiste a ver desaparecer lo que alguna vez fue su corazón: El Criollismo
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En la actualidad la música criolla se mantiene por la presencia de connotados artistas que se han compenetrado con la juventud que asiste a las peñas y por ahora no hay signos que ese caudal de gente baje muy por el contrario cada fin de semana aumenta.
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